Como mujer que soy, a lo largo de mi vida he ido viviendo en mis carnes cosas de las que muchas de vosotras también os sentiréis identificadas. El tema de esta semana se lo dedico a los chicos que no saben porqué de vez en cuando ponemos morros y no saben de donde baja el enfado. Aunque siempre habrán más... He aquí algunas pistas que les puede ser bastante útil.
1- Ligar. Por favor, (comienzo seria yo) como se os ocurra entrarle a una chica con el típico: "Estudias o trabajas".... uff (estoy respirando hondo) APAGA Y VAMONOS. ¡Que estamos en pleno siglo XXI! Que eso ya si en la edad de nuestros padres, ni en la movida de los 80. Además.... ¡Vaya pregunta más pedante de verdad! ¿Y qué os importa si estudiamos o trabajamos si no sabéis ni como nos llamamos?!
2 - Dolor de cabeza. Si vuestra chica os dice en la cama, que le duele la cabeza. Es que le duele la cabeza, hombre!!! A ver qué os pensáis, que a nosotras no nos gusta el tema o qué? Claro que sí, tanto o más que a vosotros, pero bueno. "Polvo somos y polvo seremos, y entre polvo y polvo nos divertiremos" Pero un consejo: como nos deis una aspirina con segundas intenciones... Estáis perdidos. Se jode el tema, pero seguro. E incluso el enfado puede durar días.
Aunque voy a hacer una confesión: El sexo quita el dolor de cabeza. Lo que pasa es que la verdad, cuando tenemos el dolor, no tenemos ganas que nos toquen siguiera. Ala! Ya lo dije.
3 - ¿Galantes? Ya sabemos porqué nos cedéis el paso cuando abrís la puerta o nos dejáis pasar primero. Para vernos el culo. Pero, nosotras nos hacemos las tontas y nos dejamos. Suena un poco pedante, pero vale. Vosotros continuad por si acaso, y si no nos gusta... ya os avisaremos. Pero hasta nueva orden... así va bien.
4 - Regalos. A ver, seamos sinceros. A TODO el mundo le gusta que de vez en cuando le regalen algo. Que levante la mano quien no. No vamos a ser nosotras menos. Y digo yo... ¿Hace falta esperar una fecha en concreto para un presente? Vamos hombre! Que con la memoria de pez que tienen algunos, si van regalando poco a poco cositas, se les perdona más fácilmente cuando se olvidan alguna fecha señalada. No digo que nos regaléis un anillo cada 2 semanas, pero un día una colonia, otro día una pulserita (aunque sea de las baratas), una botella de vino para compartir, incluso unas medias sexys!!! Es más, si nos regaláis unos bombones, nos saltamos la dieta perpetua ese día... lo que importa es el detalle.
5 - Ojo con los "Luego te llamo". Hay que dejar claro en qué momento exacto se va a producir esa llamada. Yo conocí a uno que sus "luegos" eran de 3 días. Concretar, por favor. Concretar. Y después os sorprende porque os contestamos de mal humor cuando descolgamos el teléfono. Pero si es porque nos habéis tenido ansiosas. Hay que ver!!!
6 - Salir. Si yo fuera rica, estaría cada 2x3 de aquí para allá. Pero, como no lo soy, me conformo con poco. Y eso es lo que nos pasa: NOS CONFORMAMOS CON POCO. No hace falta restaurantes de 5 tenedores para una velada perfecta. Una simple cena a la luz de las velas, incluso un pic-nic cuando menos nos lo esperamos, unos bocatas en la mochila y salir a hacer km con el coche a la montaña o a la playa, un café en una terraza, un aperitivo en el paseo marítimo ... Es fácil, no?
7 - Cine-fútbol. Dejemos las cosas claras, ni a todas nos gusta el fútbol, ni a todas nos gustan las pelis de guerra (por muy macizorros que estén tanto los jugadores como los protas de la peli). ¿Hacemos un empate? Una semana peli de acción, otra semana culebrón que te meto. Si no hay pelis románticas, podemos llegar a un acuerdo. Aunque también podemos hacer un trato, mientras vosotros miráis el partido con los amigos, nosotras nos dedicamos a leer algún libro, echar un ojo a las revistas de la semana, o incluso reunirnos las chicas de vuestros amigos y montarnos nuestra propia fiesta.
8 - Celos. Muchas de nosotras no somos celosas. Sois vosotros los que nos sacáis de quicio cada vez que miráis a alguna chica de reojo mientras os estamos hablando. Y para postres el "¿Me estás escuchando?" que os soltamos nosotras y vosotros contestáis "Claro que sí, churry" ¿Churry? ¡¿Churry?!!!!!!! Perfecto, en ese momento es cuando menos nos gusta que nos llamen por ese nombre. Eo!!! Que me llamo Belén, no churry. Que estoy enfadada porque no me escuchas porqué te he pillado mirando la raja de la falda de la chica de la cola del súper.
9 - Tarde de chicas. Tenéis que comprender que el cotilleo es un modo de vida para muchas mujeres. Que necesitamos de los chismes como el aire que respiramos. Que todas tenemos el síndrome de la portera cotilla. Así que si de vez en cuando nos reunimos para tomar un café, es por el bien de nuestra salud y la vuestra incluso. Imaginaros como sería que le preguntásemos al chico del kiosko como está su mujer y su hija, y resulta que el pobre ha sido abandonado por ésta y se ha ido con el vecino del 5º (el que siempre baja al bar a tomarse una cervecita a la hora del aperitivo y tiene unos jeans ajustados que le quedan de muerte) y se ha llevado a la niña y simplemente le ha dejado una nota diciéndole que ya no era feliz. Vamos hombre!!! Comprensión, por favor. Comprensión. Nosotras lo hacemos para que no quedéis en ridículo.
10 - No nos comparéis con vuestra madre, porque no lo somos (a Dios gracias). Si vuestra madre cocina mejor, pues iros con ella para que os haga el puchero que más os gusta. Que si vuestra madre plancha mejor. Nada, ningún problema. Cada vez que hagamos la colada, separaremos la ropa por planchar y "vosotros" os encargaréis de llevársela a ella para que le dé una planchada con mucho amor.
Y de paso que os dé el biberón y os haga eructar. ¿Vale?
11 - Ropa. Si al probarnos un vestido os preguntamos como nos sienta... Por vuestro bien, mentir. Hacedme caso. Aunque, no seáis tan descarados (que canta como una almeja) pero a nosotras nos gusta que nos adulen. Y si encima nos decís eso de: "Tú con cualquier cosa estás hermosa" Mejor!!!!
12 - Miradas. Al salir de casa, en la cafetería, en el coche, en una fiesta (Cuánta más gente mejor)... Mirarnos y desnudarnos con la mirada, pero cariñosamente y de esa manera que vosotros sabéis que podéis hacer sin ofender. Y si además nos susurráis al oído y seguís el consejo.... Tendréis sorpresa al llegar a casa. O incluso no hace falta llegar a casa, porqué el "aquí te pillo, aquí te mato" tiene su morbo y de vez en cuando sienta bien.
13 - Besos. A todo el mundo le gusta besar. Y quien diga que no... No es muy normal, que yo diga. Pero los besos menos esperados, esos que dais al dar los buenos días todavía en la cama, o al cruzarnos en el pasillo, en la calle mientras esperamos que el semáforo se ponga en verde o incluso el que se da mientras se está cocinando. No tiene que ser un beso apasionado, a veces con un simple beso en la mejilla, vale.
Esas sorpresas... nos ponen. Creedme.
14 - Conversación. La conversación es indispensable en una relación. No os dé vergüenza preguntar. Cuanto más os abráis, más os comprenderemos y más nos comprenderéis vosotros a nosotras.
No os hagáis los machos, porqué a veces nosotras no queremos un león. Lo que buscamos en ocasiones es a un gatito al que podamos acariciar y oír ronronear (me seguís?)
15. Compras. Mirad chicos, sé que a muchos de vosotros no os gustan las compras, pero es lo que hay. Esto es como el consejo que os di antes del cotilleo. Sí o sí. Y no hay más. Si os decimos: "Cariño necesito una falda", aunque el armario tenga 20 faldas de distintos tamaños y colores.... Vosotros iréis con ella a comprar una falda. Faltaría más! Y ni se os ocurra rechistar que tenéis la de perder.
Además, miradlo por el lado bueno. Queremos comprarnos ropa para estar guapas para vosotros. ¡Hombres de poca fe!
16. Niños. A todas se nos cae la baba con el padre perfecto. Y aquí no hay regate. Así que si con los sobrinos, o los hijos de los amigos, os marcáis unos juegos... Boom!! La baba que se nos cae, es verdadera y por un día nos tenéis embobadas totalmente. Vamos, que somos capaces de tragarnos el partido de fútbol, con tal de complaceros y daros las gracias.
17. Atención. Si un día veis que llegamos tarde, y al cruzar la puerta tenemos cara de agobio. No os asustéis. Simplemente ayudarnos a desvestirnos (sin otras intenciones que ayudarnos, no todo es sexo) y a medida que nos relajamos... prepararnos una copa de vino y hacernos sentar en el sofá y así hablaremos o simplemente desconectaremos.
Estos han sido unos pocos de los tantos puntos que debéis tener en cuenta.